Con nuestra MENTE a FAVOR Cada vez que pensamos fabricamos sustancias químicas. Si nuestros pensamientos son elevados ó “buenos”, fabricaremos sustancias químicas que nos harán sentir bien y felices; por el contrario, si nuestros pensamientos son negativos, malos o de inseguridad fabricaremos sustancias químicas que nos harán sentir exactamente como pensamos. Así, nuestros pensamientos contribuyen a crear y a sostener la enfermedad ó la salud. Entendemos por salud, el equilibro bío-psico-socio-espiritual (Organización Mundial de la Salud). Cada sustancia que se libera en el cerebro es un mensaje que alimenta al cuerpo físico y este empieza a sentir como piensa. Cuando empezamos a sentir como pensamos sucede algo asombroso, el cerebro que está en comunicación constante con el cuerpo, consulta con el cuerpo y empieza a pensar de la manera que sentimos, lo que a su vez fabrica más sustancias químicas que nos permiten sentir como pensamos y pensar como sentimos. Quedamos así atrapados en el ciclo de pensar y sentir entre el cerebro y el cuerpo, de manera condicionada. La consecuencia final es que los sentimientos se convierten en nuestro modo de pensar…y el cuerpo piensa por nosotros. Para romper este interminable ciclo de condicionamientos debemos “reinventarnos” a nosotros mismos, pensando lo que realmente deseamos ser. Pensando de otro modo, reinstalamos en el cerebro nuevos circuitos neuronales con nuevas ideas y nuevas creencias. Con un nuevo pensamiento diseñamos nuevas conexiones que tienen su efecto en el cuerpo físico. A través del “ensayo mental” (Dr Joe Dispenza) podemos modificar nuestras conductas, para no seguir viviendo condicionados a lo que ya tenemos “archivado” en el cerebro. El “ensayo mental” es la habilidad de pensar, imaginar y sentir lo que queremos ser, como si fuera algo que sucede ahora, en este momento. Sosteniendo en la mente esa imagen por unos minutos cada día podemos reinstalar ese nuevo “cableado”. La mayoría de nosotros se distrae con facilidad con el mundo externo, lo que no produce los cambios que estamos buscando. Pero como nuestro pensamiento es más importante que el entorno, podemos inventar nuevas ideas y cambiarnos a nosotros mismos. Podemos dar forma y moldear nuestro cerebro solo prestando atención a aquello que queremos. Cuando podemos hacer que el pensamiento sea más real que todo lo demás el cerebro empieza a estructurar sus conexiones que serán iguales a lo que somos. El pensamiento tiene así un importante efecto en el cuerpo físico. Entonces, si renunciamos a los pensamientos que nos tienen ligados al pasado y por lo tanto a las sustancias químicas que se fabricaban al tener esos sentimientos, esas sustancias dejarán de fabricarse. Esto es física quántica: la mente modificando la materia… el pensamiento “re-modelando” el cuerpo físico. Todos estos cambios posibilitan que reformateemos nuestro “disco rígido” (como se dice en el lenguaje de la informática) no solo intelectualmente con el pensamiento sino sintiendo a esa nueva persona que emerge. Nuestro cerebro es plástico, maleable, remodelable…y podemos re-estructurarlo en todo momento hacia las oportunidades ilimitadas. ALICIA ORFILA – Fonoaudiólogawww.fonart.com
-- "Nada ocurre en nuestra vida - nada- sin que primero haya sido un pensamiento. Los pensamientos son como imanes, atraen sus efectos sobre uno. Creen entonces los pensamientos que deseen manifestar..." de Conversaciones con Dios . Autor: Neale Donald Walsch alicia orfilawww.fonart.com.ar
sábado, 3 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario